…a cargo de dos actores de amplia trayectoria que sorprenden en unas composiciones nunca antes vistas, una forma física y actoralmente tan completa se consolida para volantear de un estado emocional a otro muy distinto que divierten, emocionan, asombran en la grandeza de los actores que nunca se dan por vencidos… (seguir leyendo)

Sin ninguna duda, la puesta en escena de El nadador de aguas abiertas y su cuidada estética son impecables. El trabajo actoral también es sobresaliente. Evidentemente estamos frente a una de las propuestas más interesantes de la cartelera actual madrileña. (seguir leyendo)

El relato, naif por donde se le mire, funciona a las mil maravillas gracias a la complicidad creada en escena por los dos actores, que tienen una gran facilidad para conectar con un público al que le gusta ver finales felices, o casi. (seguir leyendo)

…un espectáculo sin aristas pero nada convencional que encierra un gran trabajo detrás tanto de dirección como de actuación… (seguir leyendo)

A medida que los personajes se ahogan en su dolor, se ríen de sí mismos, lloran sus pérdidas, flotan y aceptan la naturaleza del mar se produce una liberadora catarsis compartida. Una fábula de superación personal que, brazada tras brazada, embelesa… (seguir leyendo)

Divertida y a la vez profunda… con tantos grandes profesionales era de esperar que la cosa saliera bien, muy bien… dirección y puesta en escena pensadísimas -y logradísimas-…. (seguir leyendo)

Eminentes los dos actores… solvente dirección de Fernando Bernués… un trabajo precioso. (seguir leyendo)

El verdadero sostén del espectáculo se cimenta en una excelente y empática interpretación de los dos actores, con mucha capacidad de conexión con el púbico… (seguir leyendo)